Marca personal para triunfar como fotógrafo
Hablar de marca personal para fotógrafos puede llegar a ser muy aburrido. Muchos conceptos y muchas cosas teóricas y abstractas que al final se pueden resumir en un logo, un diseño bonito y poco más, ¿No? Además, como fotógrafos, lo único que interesa es lo visual ¿O estoy mintiendo?
Si te has visto reflejado en este tipo de pensamiento, puede ser que lo que vas a leer a continuación te choque, pero te aseguro que si lo aplicas, tu negocio fotográfico mejorará notablemente.
Para comenzar te reto a que me des una explicación razonable del por qué sucede lo siguiente.
El caso de marca de Apple
Un chico de 18 años, desempleado, hace cola durante horas frente al establecimiento, a la espera de obtener el preciado y nuevo iphone 6 el día en que se pone a la venta. Quiere ser el primero en tenerlo y se gastará más de lo que cobraría en un mes si estuviera trabajando. Y lo peor de todo, salir con una sonrisa de oreja a oreja sin ni siquiera haberlo probado.
¿Y si fuera así con los fotógrafos? Imagina que tienes un estudio, y al abrir la temporada de bodas o comuniones tienes a una fila de personas esperando en la puerta a que abras el estudio para poder contratar las primeras sesiones de la temporada. ¿No sería bueno?
Quizás el ejemplo de Apple sea algo extremo, pero es algo que sucede. Eso es algo que tiene mucho que ver con el trabajo de marca que ellos han hecho durante mucho tiempo.
Si aún dudas del potencial que una buena marca personal puede tener en tu negocio, estás desperdiciando una gran oportunidad de destacar sobre tu competencia. A continuación, aprenderás tanto lo que es como lo que no es una marca personal.
La marca personal no es el aspecto que presentamos
Para a empezar a entender todo esto vamos a empezar a simplificar y dejar de hacerlo aburrido. Tú, como profesional y tu percepción como fotógrafo se reduce a lo que ofreces, a tus servicios y a tus productos. Para hacerlo más tangible aún vamos a considerar los servicios como productos también. Por lo que si ofreces un pack de servicios, ese pack será tu producto final.
El problema comienza cuando por defecto entendemos, de forma errónea, que la marca personal es sólo la apariencia, la parte más visible del producto, o sea, la forma, el diseño, en definitiva el envoltorio.
Siguiendo en esta línea y para aclarar lo que no es marca personal vamos a recurrir a uno de los mayores referentes en la materia, Andrés Pérez Ortega dice así:
Tú como fotógrafo, como producto, eres mucho más que apariencia. Tu producto es el resultado de dar respuesta a la necesidad de tus clientes pero tendrá un componente muy grande de tu personalidad, de tu esencia, de tus conocimientos y muchos otros factores más que una simple apariencia.
¿Y si tu marca saliera a encontrar pareja?
Para hacerlo mucho más claro hagamos una analogía simple, con una situación común que después veremos como se aplica a la fotografía.
Tenemos a un chico, Carlos (nuestro producto), que tiene una muy buena apariencia y está bien vestido (véase el logo, el diseño, el embalaje), y quiere conseguir que le besen (la venta). Por tanto se dirige a un lugar apropiado, una discoteca (el mercado), para conocer a una chica (el cliente potencial) con la finalidad de obtener dicho beso. Por tanto, un chico que quiere conseguir un beso es como si un profesional quisiera obtener una venta. ¿Fácil, no?
Carlos entra en la discoteca con la mejor de las sonrisas con un objetivo en mente: conseguir un beso. Parece ser un producto exitoso. Para conseguir dicho objetivo se puede optar por una estrategia agresiva, yendo a buscar el objetivo, o de hacer que el objetivo sea atraído.
Imaginemos el mejor de los casos, Carlos es tan atractivo que las chicas se le acercan y él sabe que para conseguir su objetivo tiene que establecer una conversación agradable (el mensaje) que sea del interés de la chica. Pero de repente algo sucede.
Antes incluso de la conversación, la chica va notando algunas incoherencias (en la marca, en la esencia). La chica empieza a sentir un fuerte olor a sudor, Carlos no tomó baño e intentó disimular con desodorante, sin éxito. Un poco más cerca, la chica empieza a notar el mal aliento de Carlos, que no suele lavarse los dientes.
En este punto la marca personal trabajada de manera inadecuada e inconsistente se empieza a romper debido a la incoherencia del mensaje que transmite desde fuera y a la realidad disfrazada.
Para empeorar aún más la situación, la primera frase de Carlos, y como una pequeña muestra de su personalidad, fue «Hola, tu cara me suena, creo que te conozco de algún lugar», ni original ni personalizado. El objetivo se aleja, y para rematar, mientras la chica se esta yendo espantada, descubre que sus calcetines son blancos, de deporte y del mercadillo.
Fracaso y decepción total, que no sólo afectará a esa chica, sino que será extensible a su grupo de amigas. Eso es una forma fácil y rápida de estropear la reputación y la confianza que alguien pueda depositar en ti.
En definitiva, la marca tiene que ser coherente y empezar a crearse desde dentro. Debemos cuidar una serie de elementos entre los cuales se encuentran los propios principios, actitudes e incluso los conocimientos adquiridos que irán formando una imagen en aquellos a quien te dirijas.
Para reforzar este ejemplo volvemos a referirnos a lo que dice Andrés:
La marca personal es el resultado de todo lo que somos y hacemos. Es algo que empieza en el interior de una persona y acaba en la mente de quienes la conocen.
Por tanto, para poder crear una buena marca personal desde el principio debemos comenzar haciendo un ejercicio de autoconocimiento profundo.
Creando una marca personal de éxito
Una vez que entendemos que una buena marca personal depende de la coherencia de la misma, debemos empezar a construirla desde dentro, desde el autoconocimiento personal, pasando por la definición del público objetivo y creando un producto que te conecte con dicho público.
1. Tu Persona
Tendremos que responder básicamente a 2 preguntas esenciales, ¿Qué quiero? y ¿Quién soy?.
Aunque parezcan respuestas fáciles, esto puede convertirse en la etapa más complicada, porque se trata de analizarnos nosotros mismos y muchas veces no es fácil realizar ese ejercicio, sobre todo si es la primera vez.
Con el «qué quiero» respondemos a nuestro lado más racional. Debemos descubrir a dónde queremos llegar, por qué tenemos ese objetivo en concreto y cómo vamos a conseguirlo.
Con el «quién soy» responderemos a nuestro lado más personal, más íntimo. Deberemos reconocer nuestros miedos, nuestros valores, así como lo que nos mueve, nuestras motivaciones y nuestras pasiones.
Si después de esta etapa de autoconocimiento hay algo que te retiene, algo que no te deja avanzar, es mejor que corrijas eso antes de que intentes continuar porque de lo contrario puede ser que llegues a donde no quieres o simplemente te pierdas en el camino.
«Ningún viento es favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige» – Séneca
2. Tu Público Objetivo
Cuando tenemos claro a donde queremos llegar, debemos encontrar una respuesta a ¿A quién nos queremos dirigir? Fallar en este punto es desaprovechar muchas oportunidades.
Hay una mentalidad adquirida por muchos fotógrafos de que a cuanto más público podamos llegar mejor, le interese lo que hagamos o no. Pero estamos en una época en la que ser generalista se hace insostenible.
Si intentas actuar en muchas áreas pero no eres especialista en ninguna, corres el riesgo de terminar compitiendo por precio (bajo) y es ahí donde no quieres llegar. Escoger un nicho, o incluso un micronicho, donde te puedas dedicar en cuerpo y alma a un público reducido hará que se te valore por tu conocimiento y por tanto puedas pedir más por tus servicios al ser considerado un experto en la materia.
Algo que no puede faltar en tu estrategia de negocios es la creación de tu cliente ideal. Definirlo, identificarlo y saber cómo llegar a él, es una de las principales fortalezas en las que basar las acciones estratégicas de tu negocio.
3. Tu Producto
Aquí primero deberíamos responder a la pregunta. ¿Qué vendo? La respuesta dependerá del estudio profundo de los puntos anteriores y no al contrario.
El producto debe ser el resultado de un estudio profundo de nosotros mismos, con nuestras habilidades, nuestro conocimiento y nuestra experiencia y conjugarlo con la necesidad del mercado.
Una buena forma de saber si un producto puede encajar en un mercado específico es ponernos en la piel de nuestro cliente ideal y responder a una de estas tres preguntas:
El producto ¿Me hará ganar más dinero o ahorrar más dinero?
El producto ¿Me hará ganar más tiempo o perder menos tiempo?
El producto ¿Me dará más bienestar o más felicidad?
Una vez que resuelve alguno de esos puntos deberemos definir cual es nuestro diferencial, así como definir el mensaje que queremos transmitir con él.
Si hemos hecho una buena labor hasta ahora, podremos establecer un precio adecuado para nuestro producto. El precio es uno de las tareas más complicadas para muchos fotógrafos y la razón principal es querer empezar por esta parte final sin hacer el esfuerzo de entender todo lo que hemos visto hasta ahora.
¿Cómo damos Visibilidad a nuestra marca?
Parece que lo tenemos todo listo, todo preparado, pero hasta aquí todo ha sido un trabajo de puertas para adentro. Hasta ahora todo lo analizado era sobre el papel, ahora es el momento de sacarlo a la luz, de comunicarlo a nuestro público.
Para comunicarlo existen básicamente 3 formas de hacerlo:
De uno en uno, individualmente.
De uno a varios, mediante conferencias por ejemplo.
De uno a todos, internet. Exposición total.
Aquí dependerá de cada uno el elegir un medio y otro. Evidentemente la opción con mayor potencial por el grado de exposición es usar internet. No sólo te permite conectar con más gente interesada en tu producto o servicio, sino que te abre nuevas opciones como colaboraciones o trabajos complementarios.
Cuando hablamos de internet los principales focos en los que centrar nuestra atención el blog y las redes sociales.
1. El Blog
El blog es tu casa, el lugar a donde debes llevar a tus clientes, lectores, visitantes, fans y afines. Ten en cuenta que aunque las redes sociales sean mucho más vistosas en ningún caso sustituirán al blog. Existen multitud de beneficios de un blog de fotografía para tu negocio fotográfico.
Un blog depende única y exclusivamente de ti, y la personalización y la relación que puedes llegar a crear con un blog puede ser mucho más poderosa que cualquier otro medio. Es más difícil, si. Tienes que ser más constante, sí. Pero la recompensa será mucho mayor.
2. Las Redes Sociales
Las redes sociales tienen un gran potencial. Son como el altavoz de tu blog. Puedes llegar a mucha más gente y si se usa correctamente es una de mejores formas de hacer crecer tu audiencia exponencialmente.
Las redes sociales a pesar de ser gratis hay que tratarlas con mimo. De nada sirve estar en todas ellas si apenas se cuidan o se incluye contenido en la misma. Es mejor prescindir de una red social a tenerla con poco contenido y desactualizado.
3. Recomendación Personal y Tendencias
Evidentemente tenemos que estar pendientes de lo último que pasa en el panorama actual, pero tu estrategia de visibilidad dependerá mucho de tu marca personal, del producto que ofrezcas y de tu público objetivo.
Teniendo eso en cuenta eso y las tendencias actuales, partiendo de la base de que tendríamos que combinarlo con el blog, para empezar recomendaría enfocar los esfuerzos como mucho en 2 o 3 redes sociales. Si tuviera que apostar, mi top 3 en un nuevo proyecto de fotografía sería el siguiente:
– Facebook
Ninguna novedad. Todo el mundo está en Facebook. Evidentemente hay que saber usarlo para que podamos llegar al público correcto.
La grandeza de Facebook está en que si combinamos nuestra página profesional, con los grupos y con la publicidad de Facebook el resultado puede ser extraordinario.
Como en cualquier red social, te recomiendo que empieces a seguir a los influencers de tu sector y analizar lo que ellos hacen para captar la atención de sus seguidores.
– Instagram
Esta red social es fundamental para fotógrafos. Es una de las redes sociales más visuales y tiene el poder de combinar perfectamente tanto tu lado profesional como tu lado más personal.
En tu creación de marca personal esta red social será fundamental porque creará confianza en tu trabajo y humanizará tu trabajo mostrando el lado más personal de uno mismo.
Si aún no tienes una cuenta en Instagram, hazte una y por lo menos empieza a seguir perfiles de tu interés, poco a poco te irás dando cuenta de lo que funciona y lo que no.
– Youtube
¿Video? Pero si yo soy fotógrafo. El video marketing ha llegado para quedarse. Youtube es el segundo buscador más grande del mundo por detrás de Google y la tercera en importancia por detrás de Facebook según el ranking de Alexa.
Si no tienes idea de por dónde empezar puedes hacer un recopilatorio de tus mejores fotos, grabar alguna parte de una de tus sesiones o simplemente comentar algo que te resulte interesante para compartirlo con tus seguidores o clientes.
Si aún no haces videos te recomendaría que empezaras cuanto antes y los vayas publicando. El resultado será un aumento visibilidad y por tanto de autoridad.
Consideraciones finales
Espero que todo esto te haya abierto un poco los ojos sobre como empezar a construir tu negocio con una base sólida. Una buena marca personal no se crea de la noche a la mañana, pero si la vas construyendo poco a poco y va creciendo en la dirección correcta, perdurará en lo alto por mucho tiempo.
Llegamos al final, pero antes y como recompensa por haber llegado hasta aquí, te he preparado un regalo descargable con 30 preguntas que debes hacerte para mejorar tu marca personal hoy. Espero que lo disfrutes.
"No es más inteligente el más sabido, sino el que mejor aplica lo aprendido."
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