5 fotógrafos de publicidad que te dejarán alucinado
Hace unas semanas os hablábamos de qué es la fotografía publicitaria. Aprovechando que Paloma Rincón y Federico Reparaz formarán parte del workshop Experto en Fotografía Publicitaria de Workshop Experience en Madrid, hoy os hablamos de nuestros 5 fotógrafos publicitarios preferidos a nivel mundial. Si no habéis leído aún el post sobre qué es la fotografía publicitaria, aún estáis a tiempo.
Paloma Rincón
Fotógrafa de publicidad nacida en México D.F que reside en Madrid pero que gracias a su trabajo viaja alrededor de todo el mundo. Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid pero siempre se ha interesado por el mundo de las Bellas Artes, lo que sin duda aporta a sus fotografías un enfoque más artístico.
“Me apasionan las interacciones de los diferentes materiales y su reacción a la luz, investigar con nuevos comportamientos y buscar la forma de sacar partido a cada elemento.”
Su obra es demandada de manera internacional y ha realizado todo tipo de proyectos, desde campañas comerciales para todo tipo de marcas como proyectos con una ambición más personal.
En sus fotografías se entremezclan texturas, colores, materiales, formas… que dan lugar a una imagen en la que se diluye la frontera entre lo real y lo irreal, mundos ficticios a partir de objetos tangibles y reales.
Federico Reparaz
Estudiante de Derecho, abandona la carrera en el año 2000 y comienza a trabajar como ayudante en los ya desaparecidos estudios Ciclorama de Madrid y allí, por su cuenta, empieza a aprender los secretos del lenguaje fotográfico. Se hace con libros y revistas de moda para comprender esta disciplina.
Asistirá a fotógrafos de renombre como Javier Vallhonrat o Juan Gatti.
Mientras sigue en los estudios, lo compagina con publicaciones en revistas como Vogue y Glamour. Será en el año 2009 cuando comience a colaborar con Inditex, disparando para marcas como Zara o Üterque.
Actualmente realiza encargos publicitarios para L’Oreal, Chanel, Dior, Estée Lauder o Adolfo Domínguez.
Tim Walker
Reside en Londres. Actualmente, Tim Walker es uno de los fotógrafos de publicidad más sorprendentes dentro del panorama fotográfico actual. Su estilo es personal y atípico y sus fotografías son muy teatrales con una puesta en escena muy cuidada, de la mano casi siempre de la directora de arte Shona Heath.
Sus imágenes muestran a modelos convertidas en ninfas o en protagonistas de una bella historia.
Ha trabajo con grandes fotógrafos de este ámbito como Cecile Beaton o Richard Avedon, su carrera despegó y desde entonces es un grande entre los grandes. Colabora con revistas como Vogue, Harper’s Bazaar y ha trabajado para marcas como Gap o Barney’s.
Mario Sorrenti
Su relación con la estética y el arte le viene de familia. Su padre era artista y su madre estaba vinculada al sector de la moda; todo ello llevó a Mario Sorrenti a aficionarse al mundo de la fotografía cuando apenas era un adolescente. Con tan sólo 21 años, Mario destacó ya en el mundo de la publicidad gracias a una campaña que realizó para Calvin Klein y su fragancia Obssesion.
Sus colaboraciones con Vogue, W Magazine, Harper’s Bazaar… le consolidaron como un referente de la fotografía de moda.
Oliviero Toscani
Fotógrafo italiano conocido por sus campañas de publicidad para Benetton, que crearon mucha polémica entre 1980 y 1990.
Estudió fotografía en Zurich y gracias a su colaboración con United Colors of Benetton, la marca creció hasta convertirse en una de las más reconocidas a nivel mundial.
Si por algo es conocido este fotógrafo es por la polémica que es capaz de crear con sus trabajos. Su obra incluye fotografías con alusiones al racismo, la guerra, la religión… una de las polémicas más sonadas es la que resultó de una colaboración con Nolita.
En esta campaña aparecía la modelo Isabelle Caro, conocida por padecer anorexia, y las imágenes eran muy explícitas en cuanto a mostrar el débil estado de salud de la modelo.
Oliviero Toscani ha trabajado para marcas como Valentino, Spirit, Chanel… y ha recibido premios por parte de la UNESCO y ha sido galardonado dos veces con el Grand Prix d’Affichage.
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