Un paseo por la intensa vida de Ouka Leele
Ouka Leele siempre tuvo vocación artÃstica. Siendo muy pequeña, los cuadros de El Greco conseguÃan emocionarla profundamente, hasta el punto de hacerla llorar. Este magnetismo la hizo plantearse seriamente seguir por el camino de las Bellas Artes, pero finalmente ingresó en una escuela de fotografÃa. No se conformó con perseguir solo una de sus dos grandes pasiones, por lo que decidió unirlas y hacer de esta fusión su sello de identidad.
Bárbara Allende Gil de Biedma nunca quiso que su nombre completo apareciera en ninguna de sus obras. Al principio por pura timidez, más tarde porque sencillamente deseaba mostrar al mundo su creación, no al autor que estaba detrás de ella. Fue entonces cuando quedó impactada por un cuadro del pintor José Morera Ortiz, más conocido como «El Hortelano». Mapa de estrellas era, como su propio nombre indica, un mapa de estrellas. Producto de la imaginación del artista, una de ellas recibÃa el nombre de «Ouka Leele». Inspirada por esta obra pictórica y animada por su galerista, Albert Guspi, decidió comenzar a firmar bajo ese pseudónimo.

Ouka Leele
Nunca le gustó el resultado del color al pasar por la máquina fotográfica, consideraba que deformaba la experiencia de la realidad. Es por ello que siempre fotografió en blanco y negro, coloreando posteriormente las imágenes con acuarelas. En la actualidad mantiene la esencia, pero la evolución de la técnica la ha hecho abandonar el procedimiento manual por Photoshop.
De Madrid, su ciudad natal, viajó a primero a Barcelona y más tarde a México y Nueva York. Regresa a Madrid en la década de 1980 y entra en contacto con toda la revolución contracultural de la Movida Madrileña, lo que terminó de enriquecerla como artista. Desde entonces ha inaugurado exposiciones alrededor del mundo, ha escrito varios libros de poesÃa y su trabajo se ha publicado en cabeceras internacionales como Diorama, Photo Magazine, Telos y Reviste Actuel.

Ouka Leele
En el añ0 1987 paralizó el pleno centro de Madrid para realizar la famosa fotografÃa Rapelle-Toi, Barbara, inspirada en el mito de Atlanta e Hipómenes. Veinte años más tarde, con el objetivo de «concienciar a la sociedad contra los malos tratos», llevó a cabo en la misma localización el proyecto Revive Cibeles. Consistió en una performance en la que los hombres iban vestidos de negro, simbolizando la muerte; las mujeres de rojo, como la sangre; y los niños de blanco, en representación de la pureza. Todo el benefició que generó fue destinado a la Asociación de Mujeres Separadas y Maltratadas.
Entre otras obras destaca por su originalidad Mi jardÃn metafÃsico; el mural al aire libre de casi 300m2 que pintó en CeutÃ, Murcia. El trabajo fue filmado por Rafael Gordon, director que lo recogió en el documental La mirada de Ouka Leele, nominado a los premios Goya en el año 2010. En cuanto a las colaboraciones, diseñó la escenografÃa y el vestuario de la ópera Curlew River de Britten; además del cartel de la pelÃcula Habitación en Roma de Julio Medem y los sombreros de El Laberinto de Pasiones de su compañero Pedro Almodóvar.

Ouka Leele
Entre sus fuentes de inspiración encontramos la obra de otros grandes genios de la talla de DalÃ, Gauguin, Van Gogh, Picasso, Buñuel, Frida Khalo… En lo referente a la fotografÃa, solo es capaz de hacerle sentir cuando va más allá de la imagen, como en el caso de Helmut Newton e Irving Penn. Su estilo ha evolucionado en las distintas etapas, apostando primero por colores ácidos para después probar otros más neutros y regresar a la intensidad.Â
El cáncer que sufrió cuando solo tenÃa 22 años ha marcado su forma de ver la vida, «te da una gran sabidurÃa, ya que te hace sentir que cada instante es eterno y maravilloso». Considera la fotografÃa como poesÃa visual, un lenguaje con el que poder hablar sin palabras que le hizo merecedora en el año 2005 del Premio Nacional de FotografÃa.Â

Ouka Leele
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