Los fotógrafos de moda que no puedes pasar por alto
Hace ya varios meses os dábamos a conocer algunos de los fotógrafos de moda que por su estilo inimitable habÃan marcado un antes y un después en la industria. Hoy completamos ese listado con otros maestros que supieron marcar la diferencia y destacar por su talento. Coge papel y lápiz porque de verdad vale la pena estudiarlos.
Baron Adolph de Meyer (1868-1946)
Comenzamos nuestro listado, como no podÃa ser de otra manera, con el primer fotógrafo de moda. Adolph de Meyer nació en el seno de una adinerada familia alemana. Comenzó a interesarse por la fotografÃa gracias a Alfred Stieglitz, artista que siempre fue su fuente de inspiración.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial su fortuna se vio gravemente dañada. Este motivo, unido al peligro que suponÃa su ascendencia judÃa, le obligó a abandonar su paÃs y trasladarse a Norteamérica. Allà fue contratado por Condé Nast para trabajar en Vogue, convirtiéndose en el primer fotógrafo oficial de la cabecera.
Tras un primer retrato de Gertrude Vanderbilt Whitney llegaron otros muchos, hasta que en 1921 abandonó la revista para ingresar en las filas de Harper’s Bazaar, donde pudo inmortalizar entre otras a la gran Coco Chanel. Sus fotografÃas destacan por un acercamiento del pictorialismo a la moda, un juego con la iluminación casi dramático y una naturalidad excepcional, tanto en poses como en decorados. Por desgracia, la mayor parte de sus fotografÃas fueron destruidas.
Martin Munkácsi (1896-1963)
Hablar de Martin Munkácsi es hablar de dinamismo, de energÃa y movimiento. Tal vez esta inclinación por la acción tuviera su origen en la fotografÃa deportiva que desarrolló en sus inicios. Sea como fuere, lo cierto es que consiguió revolucionar el mundo de la moda y encaminarlo hacia lo que conocemos hoy.
Todo comenzó a raÃz de una sesión que le encargó Carmel Snow, editora de Harper’s Bazaar. Estaba previsto que la modelo posara en bañador para unas fotografÃas que debÃan aparecer en el número de diciembre. Ante esta situación, al fotógrafo se le ocurrió hacer que se moviera para entrar en calor. Las imágenes de Lucille Brokaw saltando y corriento escandalizaron al director de la revista, pero su lanzamiento supuso un punto de inflexión en la fotografÃa de moda.
Esta forma de trabajar en la que se abandona la rigidez para apostar por la espontaneidad ha servido de fuente de inspiración para otros referentes posteriores como Henri Cartier-Bresson o Richard Avedon.
Cecil Beaton (1904-1980)
La fotografÃa siempre formó parte de la vida de Cecil Beaton, pero como mero hobby, nunca imaginó que terminarÃa siendo el maestro del retrato del siglo xx. Este apego tuvo como culpable a su propia niñera, una apasionada de la fotografÃa que le enseñó a utilizar su Kodak 3A.
El desinterés por los estudios le llevó a cruzar el océano para encontrar su camino. Comenzó a trabajar para Vogue como ilustrador, pero más tarde probarÃa con éxito el papel de fotógrafo. Colaboró asimismo con otras revistas como Harper’s Bazaar y Vanity Fair. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial abandonó momentáneamente el mundo de la moda para ejercer de corresponsal. La industria del cine y el teatro también llamó su atención, probando con el diseño de vestuario y la escenografÃa. El resultado de su trabajo se tradujo en tres premios Óscar y cuatro Tony.
Fue fotógrafo de la familia real británica, inmortalizando a Isabel II el dÃa de su coronación. Entre sus fotografÃas podemos encontrar a reputados artistas del momento y estrellas incipientes como Mick Jagger o Twiggy.
Irving Penn (1917-2009)
Apasionado del arte desde la cuna, Irving Penn estudió dibujo, pintura y diseño gráfico en la Escuela del Museo de Filadelfia. Adquirió a los veinte años su primera cámara, una Rolleiflex con la que comenzó a experimentar en la fotografÃa como amateur.
Gracias a Alexander Liberman entra en el Departamento de Arte de Vogue, en el que empieza a trabajar como diseñador para posteriormente dar el salto a la fotografÃa. Fue en 1943 cuando realizó su primera portada, un bodegón a todo color que inmortalizó con una cámara que ni siquiera era de su propiedad. A este primer trabajo le siguieron 163 más.
Retrató a celebridades del momento, tales como Picasso o Marlene Dietrich. Combinó su trabajo para Vogue con proyectos personales entre los que podemos destacar la serie de desnudos femeninos o las fotografÃas de los gitanos en Extremadura. Encontró belleza donde nadie la busca e hizo de la sencillez su máxima, con un dominio total del contraste blanco-negro que se convirtió en su seña de identidad.
William Klein (1928-Act.)
A pesar de triunfar indiscutiblemente en la fotografÃa de moda, la realidad es que William Klein nunca estuvo especialmente interesado en esta industria. El verdadero deseo de Klein era vagar por cada rincón de Nueva York plasmando las ásperas diferencias entre el glamour de la 5 Avenida y la miseria de barrios obreros de inmigrantes como Harlem o Queens.
Accedió a trabajar en Vogue por la oportunidad que le brindaba de experimentar con nuevas técnicas y un material ilimitado. Realizó la mayor parte de sus sesiones en la calle, donde elegantes modelos posaban con una naturalidad poco común en la época.
Para realizar sus fotografÃas echaba mano de desenfoques, grandes angulares y espejos que distorsionaban la imagen y la dotaban de una gran ironÃa. Este singular fotógrafo trabajó durante 12 años para la Vogue de Alexander Liberman, dejándonos excéntricas fotografÃas que vale la pena estudiar. Finalmente, abandonó el sector para apostar por el cine.
Karl Lagerfeld (1933-Act.)
Un joven Karl Lagerfeld emigró en 1953 a ParÃs. Intentó probar suerte en Pierre Balmain, que organizó un concurso del que finalmente otra promesa de la moda, Yves Saint Laurent, resultó ganador. Comenzó entonces a crear de manera independiente, abriéndose paso en la capital y demostrando todo su talento.
Le conocemos por su papel al frente de la casa Chanel, pero lo cierto es que Karl Lagerfeld es mucho más que uno de los diseñadores más influyentes del sector. En el año 1987 un capricho del destino le llevó a probar por primera vez una cámara. El motivo fue la necesidad que contar con unas fotografÃas para un dossier de prensa. El alentador, Eric Pfrunder, director artÃstico de la firma y gran amigo de Lagerfeld.
Desde entonces ha realizado personalmente todas las campañas publicitarias de Chanel, además de realizar otros trabajos para Fendi o el Calendario Pirello, que incluyó por primera vez en su historia desnudos. En la actualidad defiende que la fotografÃa es parte de su vida.
David Bailey (1938-Act.)
Conocemos a David Bailey por esa mentalidad rompedora con el conservadurismo, algo que debe a sus orÃgenes humildes. Creció en un barrio obrero observando con espÃritu crÃtico los cambios sociales que se acontecÃan, algo que posteriormente supo plasmar en sus fotografÃas de moda.
La dislexia con la que fue diagnosticado en su infancia le acercó al arte. Comenzó sus andaduras como asistente de fotografÃa en el estudio de John Frenci algunos años antes de ser contratado por Condé Nast. Su obra destaca por el abandono del estatismo en aras de una refinada simplicidad.
El film «Blow-up» dirigido por Michelangelo Antonioni, del que hablamos recientemente en otro de nuestros artÃculos, está basado en las costumbres a la hora de trabajar de David Bailey. Si aún no la has visto, no te la puedes perder.
Juergen Teller (1964-Act.)
Continuamos nuestro listado de fotógrafos de moda con Juerguen Teller, que nació en Erlangen, Alemania, en el seno de una familia dedicada a la fabricación y reparación de instrumentos de cuerda. Una aguda alergia al polvo de la madera le obligó a abandonar el negocio familiar, ya que los ataques de asma no le permitÃan trabajar en el taller. Decidió entonces emigrar a Londres, ciudad que nunca ha abandonado.
Allà comenzó sus andaduras en el mundo de la fotografÃa de moda, con un sello muy personal que se alejaba de la búsqueda de la perfección que reinaba entonces. Como él mismo ha explicado en más de una ocasión: «Me interesa lo real, no soporto la belleza retocada con Photoshop».
Entre sus trabajos destacamos los realizados para firmas como Céline y Moschino, aunque no podemos olvidar las fotografÃas de las campañas de Marc Jacobs, con quien lleva diez años trabajando.
Terry Richardson (1965-Act.)
El sueño adolescente de Terry Richardson era tocar en una banda de punk. Tras varios traslados junto a una familia desestructurada, finalmente fijó su residencia en Ojai, California. Allà pudo cumplir su sueño, uniéndose a varios grupos a lo largo de cuatro años. En 1982 su madre le regaló su primera cámara. Sin embargo, no fue este el primer contacto de Richardson con el mundo de la fotografÃa, ya que su padre, un esquizofrénico adicto a las drogas, trabajaba como fotógrafo de moda.
Años más tarde regresó a su Nueva York natal, donde tuvo su primera gran oportunidad fotografiando para la revista Vibe. Este trabajo fue llevado al Festival Internacional de la Moda celebrado en ParÃs, cosechando un increÃble éxito.
Su nombre suele ir unido a la polémica. Gracias a campañas como las realizadas para Sisley o Tom Ford se ha convertido en el fotógrafo más controvertido de la fotografÃa de moda actual. Hablamos de trabajos con un fuerte carácter erótico que para muchos roza lo vulgar. No obstante, es su forma de trabajar lo que más escandaliza a quienes han compartido espacio con él. El debate está servido.
Joel Rhodin (1975-Act.)
Podemos decir que Joel Rhodin no comenzó desde abajo escalando poco a poco hasta llegar a la élite de la fotografÃa de moda. Por el contrario, trabajó durante ocho años mano a mano con algunos de los profesionales con más renombre del sector. Este tiempo le sirvió para empaparse de los conocimientos de los mejores y conocer desde dentro todos los secretos de la industria.
Una vez concluido este periodo de aprendizaje decidió marchar a Suecia con el objetivo de dedicarse en cuerpo y alma a la búsqueda de un estilo personal que le hiciera diferente. A partir de este momento comenzó su carrera en solitario con un trabajo que, como el propio Rhodin afirma, se reinventa y está en constante evolución.
Modela la luz con una increÃble precisión y destaca especialmente en el retrato, ámbito en el que nos ha dejado fotografÃas con una calidad increÃble para cabeceras de la talla de Elle o firmas como Burberry.
¿Cuál de todos estos fotógrafos de moda te ha inspirado más? Si es otro que no aparece en el artÃculo, ¡coméntanoslo!
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