El pasado lo recordamos en blanco y negro, hoy lo podemos revivir a color gracias a las fotografías restauradas
Desde la primera fotografía realizada por el ingeniero francés Nicéphore Niépce, el monocromatismo o blanco y negro era lo que imperaba. No se conocía ninguna forma captar el color de las cosas a través de los primitivos elementos con que se realizaba la fotografía en sus orígenes.
Esto continuó así hasta que el físico James Clerk Maxwell, conocido por las ecuaciones de Maxwell, tomase en 1861 lo que se considera hoy en día como la primera fotografía a color, llamada “Tartan Ribbon”.
James le pidió al fotógrafo Thomas Sutton que hiciera tres fotos, cada una con un filtro de color distinto colocado en la lente. Posteriormente las tres imágenes fueron proyectadas una encima de la otra a través de tres proyectores distintos, cada uno con uno de los colores de los filtros utilizados. El resultado obtenido en la pared dio lugar a una imagen a color.
Ciertamente el mundo del monocroma es muy amplio, ofrece una fotografía muy elegante, limpia, sin adornos, a veces muy cruda, y sobre todo hace que el espectador se centre en la finalidad de la imagen, en la situación, emoción o sentimiento que se quiere presentar y en quién lo protagoniza.
Para muchos fotógrafos antiguos y modernos tomar una foto en blanco y negro es el mejor método para captar perfectamente las luces y sombras y el potencial de cualquier estructura por muy simple que parezca. Para los que practican la fotografía de autor, el blanco y negro es la tonalidad preferida, sin duda la mejor manera de expresar sensaciones.
Antiguamente se obtenía directamente en la toma y el revelado, era trabajado en los cuartos oscuros. Hoy en día muchos continúan con este mismo procedimiento, pero otros lo logran a través de programas de retoque digital como Lightroom y Photoshop.
Muchos han sido los fotógrafos que han captado momentos esenciales de la historia en blanco y negro, fotografías que marcan hitos importantes y que su mayor relevancia la obtienen por la ausencia de color.
Al ver estas imágenes a color cambia por completo el concepto que teníamos del pasado. Algunos fotógrafos han restaurado estas fotografías bañándolas en color mediante de la técnica de colorización, proceso nada fácil pero con resultados alucinantes que devuelven un poco más a la realidad a esos personajes que habitan en la memoria y el recuerdo a través del blanco y negro.
Esta técnica se puede realizar a mano o de manera digital. Antiguamente se pintaba sobre la placa directamente, ahora con los programas de edición se obtiene un color muy parecido al que pudo ser el original.
Dentro de la red online “Reedit” se creó un subgrupo llamado “ColorizedHistory” donde participan aficionados a la historia y a la fotografía y se dedican a coleccionar imágenes en blanco y negro para luego traerlas a la vida mediante el color.
Algunas de estas fotografías restauradas que han dado el cambio del blanco y negro al color son las siguientes.
Retrato de Abraham Lincoln, tomada en febrero de 1865 por Alexander Gardner.
Nueva York, 03 de julio 1899, Combate de boxeo a bordo del USS.
Paisaje desde el Capitolio en Nashville, Tennessee Durante la Guerra Civil en 1864.
Charlie Chaplin con 27 años, 1916.
Retrato de Walt Whitman en 1887.
Inglaterra, 20 de septiembre de 1939, las tropas británicas a bordo de sus trenes para la primera etapa de su viaje al frente.
Retrato de Nikola Tesla en 1893.
Retrato de Audrey Hepburn.
Los hermanos Sayn-Wittgenstein-Sayn beben y fuman en un yate cerca de Mallorca.
Tobruk, octubre 1941, soldados con máscaras de gas pelando cebollas.
George Burchett, el “rey de los tatuadores” británico durante los años 30.
Retrato de la cantante Sarah Vaughan en 1946.
Oklahoma, 1939, hombre negro bebiendo agua en una fuente para gente de color.
Louis y Lucille Armstrong en la esfinge de Egipto en 1961.
WH Murphy y su ayudante demostrando el sistema del chaleco antibalas el 13 de octubre 1923.
Retrato de Óscar II, rey de Suecia y Noruega en 1880.
Los Ángeles 1953, Big Jay McNeely toca para la multitud en el Auditorio Olímpico.
“Oro viejo”, la mítica tienda ubicada en París en 1939.
Londres 1945, niño abandonado sosteniendo un peluche.
Trabajador desempleado de madera junto a su esposa, en 1939.
Retrato de Elizabeth Taylor durante rodaje de la película Giant en 1956.
Albert Einstein durante el verano de 1939 en Nassau Point, Long Island, NY.
Desastre del Hindenburg el 06 de mayo 1937.
Times Square en el Día D, 1944.
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