Analizamos la fotografía de producto de esta mexicana, que trabaja para marcas de todo el mundo
Hace un tiempo os hablábamos de Paloma Rincón en nuestro artículo sobre los 5 fotógrafos de publicidad que debías conocer. En esta ocasión, volvemos a centrarnos en esta artista mexicana para analizar la técnica y cómo trabaja a la hora de realizar fotografía de producto aprovechando que será una de las ponentes que participarán en el Madrid Photo Fest, evento internacional que se celebrará en la capital de España del 8 al 11 de marzo.
La fotografía de producto es un tipo de fotografía publicitaria. En esta fotografía, el artista tiene la misión de capturar, a través del objetivo de su cámara, uno o varios objetos con el propósito de llamar la atención del consumidor y generar en él algún estímulo… todo menos que éste quede indiferente.
Hacer fotografía de producto es algo que, aparentemente, puede parecer sencillo, pero no es así; detrás de cada una de estas imágenes se esconde una depurada técnica, que empieza con la colocación estratégica del producto y que pasa por el encuadre, la iluminación, el fondo, los colores…
Paloma Rincón es capaz de armar este rompecabezas para hacer que todo encaje a la perfección. Y lo hace con un estilo propio, innovador, elegante y una técnica exquisita. Ella logra que cada una de sus fotografías capte nuestra atención para dejarnos con la boca abierta.
Esta fotógrafa, nacida en México DF. y afincada en Madrid, ha realizado fotografía de producto para reputadas marcas nacionales e internacionales. Algunas de ellas son Ikea, Vodafone, Playstation, Samsung, Estrella Damm, Ono, Yoigo, Renfe, Aquarius o Universal Music. También trabaja para marcas más pequeñas y desarrolla sus propios proyectos personales.
Su fotografía de producto suele centrarse en la técnica del bodegón. En el sentido clásico de la palabra, un bodegón se entiende como la “composición pictórica que expone como tema principal frutas, verdura, caza, pesca, etc., y objetos domésticos diversos”.
A través de objetos simples y cotidianos, Paloma genera juegos visuales por medio de procesos analógicos, mezclados con las nuevas oportunidades que ofrecen las técnicas digitales. Aúna lo real con lo digital para terminar con las barreras que separan estos universos paralelos.
Como la propia Paloma ha explicado, para conseguir una fotografía de producto perfecta, es crucial mantener el equilibrio entre la creatividad, el estilo propio del fotógrafo y la demanda del cliente. Ante todo, la mexicana es fiel a su estilo e incide en la importancia de que nada artista encuentre su seña de identidad para lograr diferenciarse del resto.
Su técnica en la fotografía de producto destaca por la utilización de los colores llamativos, composiciones gráficas y la yuxtaposición de los objetos: “Creo juegos visuales en la intersección donde la fotografía se encuentra con la escultura, el diseño, la instalación o la ilustración. Con un enfoque estético lúdico y contemporáneo, las imágenes resultantes muestran mundos interesantes donde las formas, las texturas, los materiales, las luces y el color se combinan para vivir en armonía dentro de composiciones gráficas finas, ricas y detalladas”, detalla la artista.
En la fotografía de producto como en toda fotografía, la imaginación y la creatividad del artista son esenciales; ya que son las herramientas que permiten marcar la diferencia. Esta fotógrafa, que estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, encuentra su inspiración en cualquier forma de cultura; ya sea diseño, arquitectura, música o cine y, además, también se fija en el mundo real y en todo lo que en él acontece. Quizá, muchas veces tendemos a irnos muy lejos en busca de inspiración y, puede que, tal vez, ésta se encuentre muy cerca… Como hace Paloma, tendremos que estar atentos.
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