
Der Wanderer 2 (2004) de la serie “The New Painting”. (Reproducida por cortesía de la autora)
“Recuerdo cuando comencé, cuando era una joven artista e hice mis primeros autorretratos… Recuerdo la conmoción al comprobar que la idea de mi propia imagen no se correspondía con la que veía en la fotografía”
De esta forma relata la artista finlandesa Elina Brotherus (n.1972), en una entrevista concedida al Museo de Arte Moderno Lousiana (Dinamarca) en 2012, su reacción inicial al confrontar su propia imagen fotográfica y cómo aquello le provocó un inmediato rechazo y alejamiento del género del autorretrato o de cualquier intento de insertar su figura en la composición. Poco tiempo después volvería intentarlo -según sus palabras, por absoluta necesidad-, como medio privilegiado para abordar cuestiones de identidad o reflexionar sobre episodios problemáticos de su biografía: la muerte temprana de sus padres o su matrimonio y divorcio prematuros.
La primera etapa de Brotherus está marcada por un carácter autobiográfico: En Suite Francesa (1999), realizada durante su residencia artística en el Museo Nicéphore Niépce (Francia), reflexiona sobre la experiencia de vivir en un país extraño, donde la soledad y el desconocimiento del idioma y la cultura se erigen como barreras formidables. Ya vemos en esta primer ensayo ese oportunismo fotográfico que caracteriza la obra de Brotherus, que la faculta para transformar situaciones cotidianas en escenarios posibles para la creación artística. Documenta con ironía sus esfuerzos por el aprender el idioma mediante el método de pegar post-its con palabras escritas en francés por todas las esquinas de su modesto apartamento, en el que parece estar recluida debido a su rudimentario conocimiento del idioma. A pesar de la comicidad de algunas escenas, un sentimiento de soledad y abandono recorre la obra, y no podemos evitar sentir cierta simpatía hacia esta joven -¿acaso no habremos vivido nosotros, en alguna ocasión, una situación similar?

Le Nez de Monsieur Cheval. Suite Française (1999), Elina Brotherus. (Reproducida por cortesía de la autora)

Le Reflet. Suite Française (1999), Elina Brotherus. (Reproducida por cortesía de la autora)

Le deuil du jeune moi qui a été. 12 ANS APRÈS (1999 / 2011-2013), Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
Aunque la primera impresión de la fotografía de Brotherus parece sugerir una ventana abierta a su mundo, una crónica de sus vivencias personales, no resulta difícil empatizar con este personaje que en ocasiones se muestra frágil y pensativo, para descubrir que, en realidad, las escenas de sus fotografías operan como espejos y que la figura humana representada en ellos es una pantalla sobre la que el espectador proyectará su propia experiencia. Con intención, Brotherus rechazará elementos que fijen un significado específico a su propia imagen: la Brotherus-modelo, borrada cualquier expresión y ausente el gesto -más adelante, prescindirá de la vestimenta-, dejará de ser un sujeto concreto para convertirse en objeto neutro, figurín intercambiable por la imaginación, los sentimientos o la inteligencia del espectador.
Ese distanciamiento de la propia imagen -y de lo anecdótico- se manifiesta con claridad cuando manifiesta,“No soy yo, es una fotografía”, que sitúa a la Brotherus-modelo en un plano diferente al de la Brotherus artista, legitimando a la autora para proponer al espectador un debate honesto sobre cuestiones como la muerte, el abandono, la soledad o el paso del tiempo.
Su cuerpo desnudo certifica tal honestidad: el cuerpo sin adjetivos, sin los excesos de la melancolía o la afectación de la pose, se convierte en un icono, un signo polisémico, extensión de paisaje y campo de batalla donde los valores y expectaciones revelarán una verdad sin adornos al espectador.

Reflection (2010), Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
Su propia imagen también se hace presente en la fotografía de paisaje, con referencias pictóricas evidentes, la figura humana confiere a la escena no solo sentido de escala, si no que incluye un elemento dialéctico en la composición que aporta una dimensión emocional al paisaje.
En Green Lake, Elina compone una escena de gran belleza tonal recurriendo exclusivamente al color verde, e inserta dos figuras en la composición que introducen una componente de ambigüedad: ¿se trata de amantes, familiares o dos desconocidos fascinados ante tan magnífica vista? Nuevamente en palabras de la artista: “El cuerpo humano, en su belleza y en su banalidad, nunca deja de ser profundamente fascinante”.

Green Lake (2007), Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
La fotografía de Elina Brotherus no es directa, en ella la realidad no se manifiesta de forma inmediata, ocultándose y mostrándose, las evidencias se difuminan bajo la niebla y las apariencias son un artificio de reflejos. Oculta tras una barrera de melancolía o confrontando directamente la cámara, modelo y artista simultáneamente, Brotherus se muestra y oculta al espectador, permitiéndole asomarse tan sólo por un instante al misterio de su identidad.

Undefined nude (2011), Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
Annonciation
Annonciation (2009-2013) es un trabajo autobiográfico, donde la artista reflexiona sobre la infertilidad, documentando sus esperanzas y decepciones durante cinco años de tratamiento médico. Con referencias pictóricas al Renacimiento, este trabajo “da voz a un número sorprendentemente grande de mujeres y hombres cuya experiencia rara vez se expresa en el arte o en la vida” (E.B).

Annonciaton 3 (2010), Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)

Annonciation 4, Bruxelles 23.10.2010 (2010) Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
La transitoriedad del tiempo se hace evidente en buena parte de la obra de la artista nórdica, especialmente en sus trabajos videográficos: pequeños intervalos como en Mirrors (2001), donde el reflejo de su cuerpo desnudo se va revelando tras una fina cortina de vapor de agua condensado que desaparece lentamente del espejo de la ducha. Su cuerpo no es el sujeto de la escena, si no un mero artificio para explorar y capturar la evanescente naturaleza del tiempo.

Miroir (2001), video still (Fotograma video) Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
The Black Sea Sequence
En el montaje de vídeo Black Sea Sequence (2010), contemplamos las variaciones de un mismo paisaje a través de los días, cambios dramáticos que la luz y el clima dibujan en la plácida textura del agua, solamente alterados por el cuerpo desnudo de la artista al introducirse una y otra vez en las aguas del lago. La secuencia de una belleza hipnótica -un paisaje mínimo, roto tan solo por la fina línea en el horizonte y la silueta de la artista-, constituye una hermosa metáfora poética sobre el devenir del tiempo y la relación del Hombre con el Paisaje.

The Black Sea Sequence (2010), Elina Brotherus (Reproducida por cortesía de la autora)
Referencias:
Una gran fotógrafa a la que conocí en las exposiciones de la galería cámara oscura en Madrid. Hay más imágenes aquí: http://www.camaraoscura.net